La cofradía |
La
Cofradía de los Hermanos de la Costa
La Isla de la Tortuga, está
situada al norte de la Española (hoy Haití), de 180 km2; debe su nombre a
Cristóbal Colón que vio (en su primer
viaje) unas montañas cuya forma le recordaban a una tortuga, su zona norte es
inaccesible por ello lleva el nombre de “Costa de Hierro”, en cuanto a la parte
sur por su relación agua-tierra era excelente como puerto, de hecho durante el
siglo XVII se mantuvo un establecimiento el cual se convirtió en un mercado
donde los bucaneros y filibusteros, comercializaban sus capturas de los barcos
españoles. Luego se convertiría en refugio de piratas.
En 1620 como protección y
defensa, conformaron una pequeña sociedad al margen de las reglas que regían el
mundo europeo, se crea la “Cofradía de los Hermanos de la Costa”, una especie
de asociación de mutuo socorro; y como toda sociedad tenía leyes, pero no
escritas eran más bien un código de conducta al que todos se sometían
juramentándose para prestarse ayuda e inclusive para dilucidar sus disputas en
cuanto al robo entre los mismos piratas.
Sus principales principios o
leyes eran:
1ra.- se imponía la igualdad
entre los miembros, más allá de su religión u origen nacional (aunque era
natural que se crearan grupos más cohesionados en relación con el origen
europeo y con la lengua hablada).
2da.- Se prohibía la
propiedad individual de la tierra, a menudo también esto se aplicaba a los
barcos que se consideraban propiedad colectiva.
3ra.- era ilícito
inmiscuirse en la libertad personal de cada uno.
4ta.- Nadie podía esclavizar
a otro individuo o validar las leyes de las sociedades europeas. Esto era que
los problemas se resolvían entre hermanos. Solamente se perseguía a los
traidores que habían delatado a los poderes coloniales a sus cofrades.
5ta.- Se negaba el acceso de
las mujeres blancas a la cofradía, ya que en la Tortuga había mujeres y
esclavas negras.
6ta.- su igualdad era al
extremo de que había una tabla de indemnizaciones para compensar a quienes
resultaban lisiados y era común que antes de entrar en correría, cada pirata se
conjuraba con otro que en el caso de ser muerto en combate el otro se convertía
en su heredero.