Sir Walter Raleigh
(Poeta)
Las
tabernas londinenses en la era isabelina (1558-1603) eran un lugar de reunión
de brillantes profesionales, que solían pasar largos ratos disfrutando la única
bebida que servían en estos lugares: un buen vino.
Una de ellas, tal vez la más
famosa fue “La Taberna de la Sirena” (Mermaid Tavern) ubicada en el barrio de
Cheapside, cercana a la antigua catedral de San Pablo. Allí se reunían poetas,
dramaturgos y músicos de la talla de: Ben Jonson (1572-1637), Francis Beaumont (1584-1618),
Selden John (1584-1654), John Donne (1572-1631), John Fletcher (1579-1625), Robert
Herrick (1591-1674), algunos mencionan que tambien Shakespeare (1564-1616) y al que en esta nota nos concierne: Sir Walter
Raleigh (1564-1616). Todos ellos tenían por costumbre reunirse los viernes y
por esto fundaron la sociedad llamada: “Friday Street Club” o simplemente
“Mermaid Club.5”.
Para comprender mejor al
“Pirata Poeta” que fue Sir Walter Raleigh, los invitamos a leer el ensayo de la
profesora Anna María Leoni (ULA), en la parte de: EL ENTORNO CULTURAL, pág. 163.
Algunos poemas
de Sir Walter Raleigh:
Si
lo que inicio.
Si lo que inicio se genera en mis valores,
mi poder nace de los principios mientras que,
sí lo hago desde mis conocimientos,
estará siempre a prueba;
sí lo que inicio nace de mis emociones,
el poder que logre será riesgo y peligro
mientras que si lo alimento de lo que hago,
casi siempre estará seguro.
Estas terminan siendo las realidades
de todo proyecto que hago.
Vida
versión
de Maite Jiménez
¿Que es nuestra vida? Una obra de pasión,
nuestras risas, la música de las escenas;
los vientres de nuestras madres
los camerinos donde nos vestimos
para esta breve comedia;
El cielo, juicioso y severo espectador
sentado apunta a quien se equivoca.
Nuestras tumbas, que nos esconden del sol
que va en nuestra busca
son el telón que cierra al terminar la obra:
Así partimos, actuando, hacia nuestro último descanso
Solo que morimos en serio, eso no es broma.
El
amante silencioso
Mal no, dulce Emperatriz de mi corazón
el merito de la pasión
con el pensamiento de que él no se siente inteligente
que demanda sin compasión .
El silencio en el amor no son más que rayos y aflicción
de las obras, aunque un ser tan ingenioso,
un mendigo que es tonto sabe
podrá impugnar lastima doble.
Entonces mal no, querida corazón
Mi verdad, aunque pasión secreta
El inteligente esconde, más su inteligencia
Y demanda por ninguna compasión.
confío, mi Dios, que me levantare
Epitafio
(Escrito el 29 de octubre de 1618,
antes de ser decapitado)
Incluso así es el tiempo, a quien confiamos
nuestra dicha, y juventud y todo lo que tenemos,
y nos paga con la edad y el polvo,
¿Quién en la tumba oscura y silenciosa?
Cuando nos hemos extraviados de todos nuestros caminos
cierra la historia de nuestro días
y desde la tierra, tumba y polvo,
confío que el Señor me resucitara
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