La Imagen Permanente

martes, 7 de mayo de 2013

El Imperio del Cacao 1778 (6)

El conde de Tovar y su esposa Teresa Mijares de Solorzano
Obras de Bartolomé Alonso de Cazales 1722
Galeria Arte nacional-Caracas

El imperio del cacao
6ta Parte

Venezuela y su cacao:

Leamos la descripción que hace el mercader Florentino Galeotto Cey que vivió en Venezuela durante los años 1544 y 1553, y dejo sus relatos en : “Viaje y descripción de las Indias”: “Un árbol que nace silvestre en los bosques, crece muy alto y tiene la corteza sutil y pulida, con pocas ramas y bajo de ellas, en el tronco del tallo, echa sus frutos, que son ciertas vainas largas como de un palmo, entre verdes y blancas, de grosor como un buen pepino. Dentro tiene ciertos granillos como garbanzos, pero chatos. La concha de dicha vaina es del grosor de un dedo o más. Cómanse dichas semillas que son un poco amargas, pero de resto buenas y sanas, y dicen que ayudan contra cualquier veneno. Los indios de Temistitlán, que nosotros llamamos Nueva España, se sirven de él como moneda y lo comen y beben.”

Lo que hoy es Venezuela estaba conformado por las siguientes provincias Caracas, Cumana, Barinas, Maracaibo, Guayana, Margarita y Trinidad. Esto cambia en 1777, cuando se crea la Capitanía General de Venezuela.

Al principio el interés económico mostrado por la península, se caracterizaba por la extracción de perlas, pero cuando declinó esta actividad hubo que recurrir a la agricultura que siempre había sido, por usar un nombre común, de casa, ya que eran productos de consumo casero y no llamaban la atención a la gran metrópoli.

Posteriormente se empezó con la cría del ganado vacuno que al menos nos permitió exportar los cueros y la carne salada.

 Pero fue cuando comenzamos a sembrar el Café y el Cacao ( a fines del siglo XVI) cuando nos convertimos en una potencia agroexportadora; si bien las provincias de Mérida, Trujillo, Cumana y Maracaibo, fueron las primeras en cultivarlo, fue Caracas la que llegó a dominar este cultivo y su exportación, de hecho el “cacao caracas” llegó a ser considerado (aún hoy lo es) como uno de los mejores, un informe real del consulado de México, fechado el 31 de agosto de 1778 sostiene: “el cacao caracas, según la opinión general, es la primera calidad y la más apreciable como se prueba del mayor precio que logra con respecto al de Guayaquil”.

 El comercio (de este fruto) llegó a generar una elite de cosecheros y comerciantes que manejaban una inmensa fortuna, eran poseedores de grandes extensiones de tierras con lujosas viviendas, poseedores de gran numero de esclavos negros (los que en verdad mantenían las haciendas), eran así mismo los que ejercían los oficios del gobierno municipal, pero como todo poder económico necesita siempre mas, algunos se antojaron de tener un título nobiliario.

Las condiciones las tenían ya que estas exigían además de un pago a perpetuidad de los derechos, tenían que ser: sus ascendientes tenidos y reputados por cristianos viejos y nobles de sangre, pobladores de las Indias, empleados al real servicio como buenos y leales vasallos, y poseer haciendas y caudales crecidos en bienes raíces, contar con renta muy competente para mantener con merecida decencia la dignidad del título de Castilla, Estos señores recibieron además de su título de nobleza el alias de “Grandes Cacaos”

 Muchas de esta familia, por el hecho de ser pocas practicaban la endogamia, estaban emparentadas entre sí mediantes múltiples matrimonios, para ello se basaban en argumentos como estos:

... para podernos mantener con la decencia correspondiente a las obligaciones de nuestra nobleza y para conservar el lustre de nuestra familia, se conseguirá el que los bienes y caudales de ella, no se extravíen a familia extrañas...” o “mantener y preservar la conveniente distancia que separaba a los nobles de la gente común”.

 205 años pasaron, desde 1607 cuando se produce la primera exportación de cacao, saliendo por el puerto de la Guaira 4 y medias fanegas, hasta llegar a ser en el siglo XVII el mayor productor de cacao en el mundo (10.000 t.m.).

 Estos “Grandes cacaos”, no contaban con los conflictos que les traería el siglo XIX, en un año (1810) dos importantes eventos destruyeron su seguridad, sus bienes y sus títulos nobiliarios: la caída de la actividad cacaotera y la guerra de independencia. Algunos de ellos apoyaron los movimientos libertarios pagando aún con sus vidas, lo otros ya no cabrían en la nueva sociedad emergente.

… Pero esta es otra historia…



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