Piratas en
el mar Caribe
1ra parte
Que mejor para empezar esta parte de la historia,
que comenzarla con la ternura de un poema (fragmentos) para quienes vivieron de
la violencia.
Este poema fue escrito por José de Espronceda
(1808-1842) publicado por primera vez en 1835 y nuevamente en 1840.
La canción
del Pirata
Con diez
cañones por banda,
viento en
popa, a toda vela,
no corta
el mar, sino vuela,
un velero
bergantín.
Bajel
pirata que llaman,
por su
bravura, El Temido,
en todo
mar conocido,
del uno a
otro confín.
...
Navega
velero mío,
sin temor,
que ni
enemigo navío ni
tormenta,
ni bonanza
tu rumbo a
torcer alcanza,
ni a
sujetar tu valor.
Veinte
presas
hemos
hecho
a despecho
del inglés,
y han
rendido sus pendones
cien naciones
a mis pies
Que es mi
barco mi tesoro,
que es mi
dios la libertad,
mi ley la
fuerza y el viento,
mi única
patria, la mar.
...
¡Sentenciado
estoy a muerte!
Yo me río;
no me
abandone la suerte,
y al mismo
que me condena,
colgaré de
alguna antena,
quizá en
su propio navío.
Y si
caigo, ¿qué es la vida?
Por
pérdida ya la di,
cuando el
yugo del esclavo,
como un
bravo, sacudí.
...Son mi
música mejor
a
quilones, el estrepito y temblor
de los
cables sacudidos,
del negro
mar los bramidos
y el rugir
de mis cañones.
Y del
trueno al son violento,
y del
viento al rebramar,
yo me
duermo sosegado,
arrullado
por el mar.
Que es mi
barco mi tesoro,
que es mi
dios la libertad,
mi ley la
fuerza y el viento,
mi única
patria, la mar.
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